Si quieres ir rápido camina solo, si quieres llegar lejos ve acompañado

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En lo que respecta a las principales noticias comerciales en España durante el primer mes de 2022, los titulares fueron sobre dos cosas contradictorias: el éxito masivo en la escena del unicornio español y la distribución desordenada de los fondos de estímulo europeos. Mientras que el primero señala el tremendo potencial del país, el segundo advierte sobre posibles oportunidades perdidas.

La fiebre del unicornio español, con nueve startups valoradas en más de 1.000 millones de euros en lo que va de año y que se espera que otras 20 crucen ese umbral a finales de 2022, está dando notoriedad al país más allá de estereotipos como la paella y los hoteles de playa. Las startups españolas crearon 6000 nuevos puestos de trabajo en 2020, un crecimiento impresionante teniendo en cuenta que se produjo en medio de una pandemia mundial, y el año 2021 terminó con una inversión acumulada en empresas tecnológicas que superó los 4000 millones de euros.

Pero para que este tipo de oportunidades se extiendan por todas partes, las empresas aún cuentan con poca de ayuda, o al menos esperan que el gobierno español esté dispuesto a quitarse de en medio. Los fondos EU Next Generation, a los que España puede optar a recibir hasta 140.000 millones de euros para 2026, tardan hasta ahora en llegar y son de difícil acceso. La burocracia turbia, las amenazas de Bruselas de retener el dinero y los llamados a una mayor transparencia significan que los fondos, destinados a fomentar la innovación para las pequeñas y medianas empresas que representan más del 98 por ciento de todas las empresas en la península, corren el riesgo de desperdiciarse.

Un 94 por ciento de todas las entidades comerciales registradas en España se consideran microempresas, lo que significa que tienen entre 1 y 9 empleados. Estas empresas crean un impresionante 39 por ciento del empleo total en el país. Por lo tanto, tenía sentido que una vez que se anunciara el programa EUNextGen y se activaran los fondos europeos de desarrollo regional, el dinero se destinara a las PYMES en particular. Pero hasta ahora, las condiciones que se establecieron para acceder a estos fondos parecen diseñadas para tener un impacto mínimo, no máximo. En The Digital Toolkit, por ejemplo, el requisito actual es tener al menos 100 000 € de facturación anual y entre 10 y 49 empleados. Las empresas de este tamaño representan solo el 5 por ciento de todos los negocios en España, por lo que la mayoría de las PYMES y la mayoría de los trabajadores no se beneficiarán con un solo euro.

De hecho, las condiciones son lo suficientemente desalentadoras como para que un gran porcentaje del público elegible para estos fondos ni siquiera intente acceder a ellos, ya que durante mucho tiempo se cree, no sin razón, que la mayor parte del dinero de la UE termina en manos de las grandes empresas con el poder de influir en las reglas establecidas para las propuestas de subvenciones a través del cabildeo.

Las startups tecnológicas, los fondos de próxima generación de la UE y el impulso para transformar digitalmente a las pymes españolas representan la economía del futuro, pero para que estas iniciativas tengan éxito, España necesita un gobierno favorable a los emprendedores. Si bien esto se desviaría de la historia española reciente de dañar a las PYMES y la innovación con la burocracia, aún no se ha perdido toda esperanza.

Los legisladores españoles están ocupados preparando una legislación a favor de las empresas emergentes, después de haber presentado recientemente un gran y audaz plan de transformación con el objetivo principal de convertir a España en «España Nación Emprendedora» para 2030. A esto le sigue la introducción de la próxima Ley de Empresas Emprendedoras, una transformación económica empresarial a nivel nacional con objetivos para aumentar el crecimiento de las inversiones iniciales; atraer y retener talento; promover la escalabilidad; e inyectar innovación en el sector público para que pueda impulsar y apoyar el desarrollo digital de España. Bien hecho, este podría ser uno de los mayores hitos económicos de España en la historia reciente.

Actualmente, los barceloneses han hecho mucho por mostrar al mundo que su espíritu emprendedor, sus ideas frescas y su valentía están creando las condiciones para una cultura de innovación más amplia. El Ayuntamiento está ejecutando proyectos para acoger el talento internacional y el capital riesgo global está volcando recursos que aspiran a que Barcelona se convierta en la nueva capital tecnológica y del trabajo remoto de Europa. Otras grandes ciudades como Madrid, Valencia y Málaga también están llamando la atención.

Pero aún podemos hacerlo mejor. Y no tenemos que esperar a que el gobierno español lo resuelva por nosotros.

Existen desafíos para fomentar la evolución. La innovación no aparece por arte de magia ni se materializa por sí sola. La innovación se manifiesta en realidad a través de nuevas formas de pensar, hacer y ser. La colaboración B2B y la creación de redes conscientes, aprender unos de otros, escuchar y compartir conocimientos pueden ayudar a multiplicar el éxito. También es una forma de disfrutar mucho más de nuestros viajes profesionales. El éxito de algunos unicornios muestra lo que es posible, pero la prosperidad puede, y debe, ser una experiencia compartida. Como dice el famoso dicho español: “Si quieres ir rápido camina solo, si quieres llegar lejos ve acompañado”.

Bibiana Cunningham
Managing Director I Company Culture I Virtual and Network Leadership I Digital Transformation I Hybrid Workspace. I work with professionals who go beyond to grow themselves and others.

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